Asociación de constructores civiles UC apeló a las voluntades del gobierno, mundo privado y sector financiero para salir de crisis
Presidente del gremio, Pablo Guerra, durante el encuentro anual de la corporación, señaló que se debe pensar en una regulación que sea justa para todos, en que cada una de las partes se haga cargo de sus propios errores.
A repensar las relaciones comerciales que regulan la industria de la construcción, llamó el presidente de la Asociación de Constructores Civiles de la Universidad Católica, Pablo Guerra, durante el encuentro anual de la corporación, indicando que “ya es hora de que transformemos la industria”.
Ante más de 250 profesionales provenientes de constructoras, inmobiliarias, mandantes, subcontratistas, proveedores, inspecciones técnicas, organismos públicos y del mundo académico, el dirigente mencionó que se viven tiempos difíciles para la industria y “como constructores civiles UC debemos ser actores relevantes en la búsqueda de soluciones. Y por eso necesitamos un acuerdo público/privado que permita destrabar los proyectos e impulsar la inversión”.
“Todos estamos preocupados por la baja en la inversión que tenemos hoy y que seguramente seguirá un tiempo más. Pero eso hay que revertirlo a la brevedad. Sin embargo, es difícil cuando tenemos proyectos parados en las Direcciones de Obra, son rechazados en el SEIA o, estando aprobados, son paralizados una vez iniciados. Si a esto sumamos el poco apoyo del sistema financiero, el camino se complica aún más”, dijo Guerra.
Según el dirigente, a quienes desean invertir hay que ayudarlos, motivarlos, no ponerle más trabas de las que exige la legalidad vigente. “Hoy tenemos un déficit de vivienda importante y un plan de Gobierno por construir 240.000 viviendas en 4 años, pero así como vamos, se ve muy difícil poder cumplir”, agregó.
En su alocución, Pablo Guerra apreció el anuncio del Gobierno que busca apoyar al sector de la construcción y a la compra de viviendas. “Eso, sin duda, se valora porque es también un apoyo a la demanda, pero se requieren mayores ajustes y voluntad de todos: el gobierno, sus organismos; el mundo privado y sus instituciones financieras que permitan hacer viables los proyectos”, dijo.
El presidente de la Asociación mencionó que es necesario pensar en una regulación que sea justa para todos, con reglas claras, con riesgos acotados, información suficiente y oportuna, donde cada una de las partes se haga cargo de sus propios errores, no sólo una se lleve todo el costo de las externalidades negativas, como lo fue la pandemia en su momento, y ahora las consecuencias de ella.
Fuente: La Nación.