Columna de ACCUC en El Diario Inmobiliario: Al mal tiempo…ciudades resilientes
Pablo Guerra, presidente de la Asociación se refiere en la nota a los estragos de las lluvias de junio y el desafío de adaptarse.
Las intensas lluvias de junio nos han vuelto a jugar una mala pasada. Socavones, inundaciones, viviendas dañadas, infraestructura a punto de colapsar, personas damnificadas. No es muy distinto de lo que se observa en otros países y, por eso, la duda que surge es si es un problema solo nuestro o es un fenómeno mundial.
Estamos de acuerdo, por ejemplo, que los colectores de aguas lluvia deben limpiarse e inspeccionarse constantemente por el personal a cargo, pero tal vez ya sea hora de revisar la normativa en cuánto a su tamaño y el caudal de agua que puede recibir por minuto, considerando que es probable que los volúmenes de agua caída hayan superado los parámetros de diseño que existían al momento de proyectarse.
Ahí es donde surge la siguiente interrogante: ¿Tienen la capacidad frente a una lluvia torrencial de varias horas como pasó en Viña del Mar o en otras partes del país?…
Trabajos como en el Zanjón de la Aguada nos demuestran que una canalización bien pensada y bien hecha responde, o el caso de Avda. Bilbao en los años 80, que cada vez que llovía era un rio hasta que fue intervenido.
Volviendo al presente, el mes de junio ha sido el más lluvioso desde el año 2000 y nadie se lo esperaba. Por esta razón, tenemos que cambiar nuestra forma de actuar y comenzar a anticiparnos, de tal forma de prever las tragedias que pueden ocurrir en determinados sectores.
Hay muchos que no creen en el cambio climático, pero las fuertes lluvias, los huracanes, los días de intenso calor, fuertes nevadas y el calentamiento de la Tierra obedecen a algo, por lo que urgen encontrar respuestas anticipadas a cómo respondemos.
Mitigación y adaptación. Tenemos que ser resilientes. En la construcción tenemos que ser capaces de hacer un cambio de switch. Ir transformando nuestras ciudades y nuestras construcciones. La naturaleza siempre retomará su cauce.
No podemos suponer que un río que ha estado seco por varios años producto de la sequía, que también afecta a nuestro país, va a seguir así eternamente. Cualquier construcción que se levante en su borde correrá riesgo si el caudal crece. Si a todo eso sumamos la participación dañina de terceros, como en el caso del megaincendio de Viña del Mar este verano, la situación se transforma en crítica.
Como Asociación de Constructores Civiles UC, hemos participado en reuniones convocadas por la Municipalidad viñamarina para revisar el Plan Regulador Comunal. Tal vez ya es hora de que todas las municipalidades de lugares de riesgo comiencen a hacer lo mismo.
Sabemos que hace 2 años se presentó ante el Parlamento la Ley Marco para la Protección y Gestión Integrada de la Costa en Chile. Sería interesante avanzar en ese camino, considerando que nuestro país mira al mar.
Es necesario construir mitigando y adaptándonos al cambio climático o eventos extremos, y ciertamente, la tarea es de todos. Necesitamos leyes y normas que nos permitan construir ciudades resilientes, por lo que debemos pensar en las personas a las que servimos.
Fuente: https://eldiarioinmobiliario.cl/editor/al-mal-tiempo-ciudades-resilientes/